Altea tiene muchos encantos que ofrecer al visitante, como por ejemplo su casco antiguo y sus maravillosos miradores con vistas al Mediterráneo. Sin embargo, hoy nos centramos en una cala que hemos visitado por recomendación y que nos sorprendió enormemente, a pesar de que, por desgracia, está rodeada de urbanizaciones y destrozada por un puerto deportivo.
Hablamos de la Cala del Mascarat, una preciosa cala de canto rodado, sin arena y con bolos, con aguas cristalinas que hará las delicias de los amantes del snorkel, además de ser perfecta para desconectar, practicar nudismo -sí, aquí hay gente que lo hace, algo que debéis respetar-, tomar algo en cualquiera de los locales que hay a pie de playa o simplemente acercarte con tu embarcación hasta la zona permitida de las boyas -esta última opción es recomendable para apreciar mucho más el fondo marino si vais con botella-.
Dispone de dos chiringuitos, uno en cada extremo de la cala -el Chiringuito Mascarat, ubicado en la zona montañosa de la izquierda, la Punta del Mascarat, y que cuenta con cocina abierta de 10:00 a 18:00 horas; y el Altea Harbour Club on The Beach, junto a la escollera y el puerto deportivo, lugar donde tomar una copa o una cerveza o algo refrescante-, una zona de aparcamiento -donde el último chiringuito, donde os aconsejamos no aparcar en las zonas urbanizadas, ya que hay zonas solo para residentes- y una pequeña joya oculta, a la que hay que saber llegar, que hay tras la zona montañosa de la izquierda, en el extremo del Chiringuito Mascarat: una calita privada de esas que quitan el hipo tras la Punta del Mascarat.
Hemos de decir que nos encantó, aunque distorsiona un poco la imagen de los apartamentos y las embarcaciones con algún que otro iluminado haciendo la gracia con la moto de agua. En fin. Os pedimos, por favor, que cuidéis el entorno y que la basura que generéis la llevéis a casa o a un contenedor, y no en la cala.

Las aguas de la cala son bastantes limpias, aptas para el snorkel y el buceo, como ya hemos comentado, además de que hay una pequeña zona blandita para las toallas (a pesar de ser una cala de piedras) y tumbonas de alquiler en uno de los chiringuitos, por lo que hay diversas opciones para disfrutarla. Recordad cuidar al máximo todo el entorno si lo visitáis, y sobre todo recoger todo residuo que generéis, hay que cuidar al máximo esta joya natural. Sed cívicos.