Venta l’Home, una antigua casa de postas del siglo XVII situada en término municipal Siete Aguas (Valencia), ha sido convertida en un salón de bodas y eventos desde el pasado mes de marzo de 2023, momento en el que se hizo una presentación a las parejas que este mismo año se van a casar allí -la web oficial es Masía Venta l’Home – Bodas y eventos en Valencia (masiaventahome.com)-.
Este medio es conocedor de la desaparición de la vieja piscina y de algunas de las intervenciones que se han realizado en la antigua masía o viejo restaurante, elemento que sigue en ruinas y en el que en su interior, por desgracia (a pesar de su protección), ha desaparecido la vieja chimenea, todo un símbolo de la masía.
Donde sí se ha intervenido es en las casitas donde se guardaban los animales (la granja), que se han restaurado. El resto del complejo ha sido vallado y ahora el gran solar es propiedad privada. A continuación os mostramos algunas fotos de nuestra visita a los alrededores (estas fotos no llegan a invadir la propiedad privada. Se realizan con objetivo o levantando la mano por encima de la valla).




A CONTINUACIÓN, LA HISTORIA DE VENTA L´HOME:
- Venta l’Home estuvo a la venta por unos 190.000 euros (antes de ser comprada por su actual propietario).
- SI PINCHAS AQUÍ, PODRÁS VER MÁS DE 40 FOTOGRAFÍAS DE NUESTRA VISITA A VENTA L´HOME EN 2019.

Venta l’Home, una antigua casa de postas del siglo XVII situada en Siete Aguas (Valencia), se encontraba desde hace unos años en ruinas (antes de su nueva vida de 2023). El restaurante gastronómico, que fue referente de la alta cocina durante décadas, fue uno de los sitios de obligada parada durante mucho tiempo. Y es que, durante siglos, este rincón vio pasar a carruajes, caballerías, caminantes y, más cercano en nuestro tiempo, personas que viajaban de paso o peregrinaban gastronómicamente en sus vehículos.
En el llamado Camino Real de Madrid llegaron a funcionar más de sesenta posadas a lo largo de la historia, así como más de una veintena de casas de postas. Venta l´Home fue una casa de postas del siglo XVII reconvertida, tiempo después y en pleno siglo XX, en restaurante gastronómico y museo viviente.
Las casas de postas eran estaciones de parada y fonda donde se ofrecía reposo y comida a los viajeros mientras las caballerizas descansaban, se realizaba una toma o cambio de éstas, o donde se asignaba los postillones para el correo, ganado o los propios viajeros. La historia de las casas de postas en España viene de muy antiguo, desde los tiempos de Hispania, en la antigua Roma, donde a través de las calzadas romanas, en la llamada Vía Augusta, se crean stationes que indicaban una etapa en el servicio postal oficial y de transporte, clasificadas en mansiones cuando estaban equipadas con alojamientos y en establos o mutationes cuando sólo se disponían para las caballerizas.
Sin embargo, establecimientos como el que nos concierne en el artículo son creaciones más cercanas en el tiempo, fruta del comienzo y obra de los Reyes Católicos tras la Guerra de Sucesión castellana. Desde ese instante histórico, se comenzaron a crear así rutas postales y casas de postas que, poco tiempo más tarde, gracias a una cédula real en 1518 de Carlos I y su madre y reina Juana, gozaron de de la protección de la Corona, aumentándose así las rutas postales, el equipamiento, personal y la protección de los caminos para la salvaguarda del correo. Con el paso del tiempo, a lo largo de los siglos, se fueron dando nuevos reglamentos generales para el correcto funcionamiento de diligencias y correos.

Venta l´Home, situada en el término municipal de Siete Aguas (Valencia) en el kilómetro 296 de la N-III, fue, junto a otras postas ya desaparecidas como la Venta del Poyo, fue una casa de postas pintoresca creada a finales del siglo XVII, en concreto en 1697, donde se menciona en numerosas publicaciones de nuestro tiempo que estuvo más de 300 años dando de comer a viajeros y que fue el restaurante más antiguo de la Comunidad Valenciana, uno de los decanos en Valencia -cuando estaba abierto, había un cartel anunciando que era el restaurante más antiguo de la Comunidad Valenciana, así como también había otro cartel donde se mencionaba aquello de «cocina mediterránea de huerta, mar y montaña»-.

Hay que mencionar, sin embargo, que antes de su renacimiento a finales de los años 60 como casa de comidas o comienzo de lo que sería el restaurante gastronómico, gracias a la familia Baviera, fue establecimiento donde se vendía provisiones, alimentos y hielo para los viajeros de la antigua carretera de Madrid, siendo lugar casi de parada obligatoria. A lo largo del tiempo, pues, ha sido casa de postas sin habitaciones y otras funciones parecidas hasta llegar al que fue su último uso, un restaurante-museo -fue José Baviera y su esposa, Concha Palop, quienes compraron en 1964 la venta, aunque sería el hijo de éstos, Xemi Baviera, quien le daría el gran impulso gastronómico con los años-.
Su gran fama fue alcanzada allá por los años 90, donde llegó a gozar de una gran salud como referente de la alta cocina tras ganar una Estrella Michelín u obtener distinciones como “Premio Turismo de la Cámara de Comercio de Valencia en 1992”, “establecimiento recomendado por la Guía de la Buena Vida en 1993” o “restaurante recomendado en 1996, 2005, 2010 o 2011 por gourmetour, la guía gastronómica y turística de España”, donde las distinciones se verían ampliadas en el tiempo y en número con la inclusión del restaurante en numerosas guías gastronómicas, artículos o menciones, como por ejemplo el Almanaque Gastronómico de la Comunitat Valenciana, la inclusión en la Guía Repsol en los años 2009 o 2011 (alguno de ellos), en España, Parada y Fonda en 2007 o 2011, o la recomendación de la revista gastronómica de Vinos y Restaurantes, siendo una pequeña mención de un largo etcétera de nombramientos y distinciones que recibió -de hecho, en la puerta de entrada, puede verse alguna de estas distinciones en forma de pegatina dando la bienvenida-.
La decadencia se fue adueñando de esta antigua casa de postas, algo que comienza con la creación de las nuevas infraestructuras como la autovía del Este, más comúnmente conocida como A-3. Atrás quedan los buenos tiempos, donde podemos ver fotografías de 2012, cuando aún estaba abierto, gracias al artículo de visionesdeunviajero.blogspot.com.
Sin embargo, además del aislamiento, muchos comentarios en las redes achacaron su cierre a su dejadez, servicio, pérdida de calidad en la comida que se servía u otros detalles como la limpieza, falta de pago en tarjeta o el desinterés y trato al cliente del último arrendatario que llegó a dejar impagos a la familia Baviera y lo utilizó para algo totalmente ilícito y no como restaurante.
Muchos comentan que desde 2005 en adelante, el restaurante fue bajando de nivel hasta llegar a 2008, más o menos, momento en el que se da el nivel más bajo de calidad, aunque en los años siguientes se recupera y sigue teniendo tirón, además de seguir consiguiendo reconocimientos y premios. Mencionar que, a pesar de ello, el gran cocinero y restaurador Xemi Baviera –que falleció en 2020–, gran artífice de todos los éxitos gastronómicos del restaurante, no podría ejercer su cargo como responsable máximo del local por enfermedad.
Xemi Baviera fue, para muchos, un incansable. Según comentan, todas las madrugadas, hiciera hielo, nieve, escarcha, lluvia o calor, bajaba con su todo terreno al Mercado Central de Valencia para comprar las materias primas que utilizaba en las elaboraciones de su restaurante, productos valencianos de la huerta, el mar y la montaña para ofrecer una cuidada técnica en que se reflejaba en elaboraciones tradicionales, de alta cocina y de mercado.
Todavía los hay quienes aún recuerdan Venta l’Home y sus tapas tradicionales, sus buñuelos, los revueltos de setas que él mismo recolectaba, diferentes platos de caza, morteruelos, ajoarrieros, pescados frescos, elaboraciones con foie de sus ocas o las chuletas al sarmiento, entre muchas más que podríamos nombrar.
El restaurante, además, disponía en los exteriores de una pequeña granja de animales, a modo de zoológico, donde se podía ver burros, ocas, patos, gallinas de corral, gallos, pavos reales, palomas o cabras, entre otros animales, además de un jardín, otras estancias independientes, una zona de juegos o una piscina de verano que hacía las delicias de los visitantes, lugar donde se situaba el lounge bar l´Home.
Tras el desahucio al último arrendatario de 2014, la familia puso en venta a finales de 2014 todo el edificio, donde llevó cerrado años, dejándose en grave estado de abandono hasta su reforma, abriendo en contadas ocasiones en un intento de recuperar este lugar histórico -algo que, finalmente, nunca ocurrió-.
Por desgracia, un problema interno impidió a la familia poder recuperar este espacio, de ahí que el local estuviese en venta hasta que fue comprado durante la pandemia por un inversor y abierto en 2023. Ya nada queda de la esencia de aquel mágico lugar que fue para obligatoria de famosos, políticos o diferentes personalidades, con largas y tendidas comidas y actos sociales, así como para todo aquel que deseaba apostar por el lugar o por una cena romántica junto a su chimenea (ya desaparecida). Réquiem por la verdadera Venta l´Home, la que nunca volverá.