Anna tiene numerosos encantos para descubrir. Uno de ellos es la Fuente Negra, un bello y pequeño paraje, en forma de área recreativa y muy sencillo, que cuenta con el encanto de disponer de algunas mesas para pícnic, un puentecito de madera, un pequeño aparcamiento cercano y un nacimiento de aguas que precipitan en forma de río hacia otras fuentes.
En nuestra visita, pudimos comprobar que es un rincón relajante de la llamada ruta de las Fuentes, muy agradable para conocer, ya que se trata de un espacio natural digno de visita en el que disfrutar del discurrir del agua, la naturaleza y la sombra que ofrecen los árboles que allá se disponen, perfecto para un descansito en familia o una pequeña parada.
Depende de la época, podremos encontrar una estampa u otra: en otoño, con la caída de las hojas, el marrón predomina hasta, incluso, en las aguas de la fuente; y en primavera, el verde inundará nuestros ojos de color.
La Fuente Negra de Anna se encuentra en el llamado camino de la Fuente Negra, en la partida Horquetas. Muy cerquita de la fuente, a unos minutos, podemos encontrar un puente de origen musulmán, el puente de Garahamet, el cual permite acceder al llamado Paseo de las Fuentes, que cuenta con la de Abajo, oculta en una cueva; y la de Arriba, con sus cinco chorros, además de la protagonista de nuestro artículo.
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Desde ese mismo punto, desde el puente, el paseo nos conduce hacia el Gorgo Catalán, un pequeño lago, que tiene una cascada, alimentado por las aguas del nacimiento de la Fuente Negra, y muy cerquita, siguiendo las indicaciones de la cartelería, tenemos la Fuente Negra.