- Por la festividad de «les Catalinetes», cada 25 de noviembre, ya dice el refrán que «de Santa Caterina a Nadal, un mes cabal». Durante ese día, numerosas poblaciones celebran esta jornada de diferente manera, pero sobre todo en los colegios, donde es tradicional que los niños vayan al campo a jugar y cantar, además de merendar.
Dice un refrán valenciano que “de Santa Caterina a Nadal, un mes cabal”, aunque bien podríamos atestiguar que para muchos es poco conocido este dicho de nuestra tierra o la festividad de la que a continuación vamos a hablar: les Catalinetes, también conocida como les Catarinetes por ser en honor a Santa Catalina (Santa Caterina en valenciano), una fiesta que se celebra mayoritariamente en colegios, como bien menciona Vicent Marco en “Les Catalinetes, un altre exemple de meninfotisme valencià”, donde habla del comboi i menjar de esta arraigada tradición presente en numerosos puntos del territorio valenciano.
Les Catarinetes o Catalinetes es una celebración escolar e infantil de origen incierto presente en numerosos pueblos valencianos, fiesta que tiene lugar el 25 de noviembre, día de Santa Catalina (Santa Caterina).
Sepa el lector que esto viene de largo, una costumbre de sobra extendida en muchas zonas de la Comunitat Valenciana. Vayamos por partes. Santa Catalina de Alejandría, una mártir cristiana del siglo IV, es una santa muy querida en la diócesis de Valencia y en numerosas poblaciones de la Comunitat Valenciana, donde se realizan no solo misas o actos litúrgicos en su día –25 de noviembre-, sino también ferias, festividades diversas, reuniones familiares y de amigos o, simplemente, tradiciones dispares y arraigadas que muchas veces nos son desconocidas.
Es considerada patrona de las mujeres solteras y estudiantes, principalmente de los escolares, aunque también de los filósofos y, especialmente, las niñas -por cierto, de ahí el diminutivo de catalinetes, ya que para los niños diríamos catalinots, donde tenemos que hacer referencia no solo a la fiesta de les catalinetes, 25 de noviembre, sino también a San Nicolás, 6 de diciembre, considerado patrón de los niños. De ahí lo de ‘Les Catalinetes’ y ‘ Els Nicolauets’, como muy bien explica la gran periodista María Ángeles Arazo Ballester en un artículo para Las Provincias-.
Otro gran artículo para la comprensión de esta fiesta es el de imatgies.blogspot.com
LES CATALINETES EN ALGUNAS POBLACIONES:
Por empezar por algún lado, podemos decir que en el caso de Vila-Real (Castellón), por ejemplo, existe la llamada Fira de Santa Caterina, una fiesta tradicional declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial desde 2011. Durante la celebración, cerca de 300 paradas de productos artesanales ofrecen dulces, turrones, frutos secos, castañas asadas, figuritas del belén o juguetes, además de que no podemos olvidar mencionar la tradición de la mocadorà, un regalo de los novios a sus futuras esposas, de los maridos a sus mujeres o de los hijos a las madres, que consiste en un pañuelo lleno de frutos secos y dulces -sí, seguro que os sonará de la festividad del 9 de Octubre en Valencia, San Donís, Día de los Enamorados Valencianos-.
En Xert (Castellón), los vecinos regalan a los niños la “prima”, una pasta típica de la fiesta; y los niños, en este caso, regalan una pasta en forma de gallo, haciendo especial mención a una frase muy conocida en la población hacia las niñas: les catalinetes mos tenen envejeta perque no els donem un trosset de la cresteta!
En Vinaròs (también Castellón) existe incluso un monumento dedicado a esta fiesta en el parque de les Catalinetes, en el punto donde antaño se comía la prima hoy conocida como pastisset, junto al río Cervol. La importancia de la fiesta reside, sobre todo, en la gastronomía -con los pastissets y un concurso de comer éstos, incluso en versión mini para peques- y en la celebración de actividades para niños, como competición de saltar a la corda para niñas o peonza para niños, además de un concurso de dibujos y loas -versos dedicados a Santa Catalina-. En este último caso, existe un libro publicado en 2018 titulado “20 años de loas de Santa Catalina i Sant Nicolau”, el cual agrupa todas las loas ganadoras en todas las categorías de este concurso que lleva organizando año a año el Grup de Pastissers.
Y es que la historia de la fiesta en Vinaròs se remonta tiempo atrás en el que se celebraba Santa Caterina, para las chicas, y San Nicolau para los chicos, fiesta que ya no distingue celebraciones pero que ha perdurado todavía a día de hoy el nombre en este día para referirse a la chavalería como Catalinetes y Nicolauets. De hecho, es tan arraigada la costumbre que hay muchas tiendas de alimentación donde se venden muchos pasteles de Santa Caterina, aunque son los pasteleros clásicos y artesanos, los de la Asociación de Pasteleros, los que venden los más tradicionales para les Catalinetes y Nicolauets.


Antes, tal y como vemos en news.vinaros.net, en Vinaròs los “nicolavets” (o sea, los niños) se reían de las “catalinetes” (las niñas) puesto que si los niños iban en desbandada por el pueblo con el cachirulo, las niñas iban ordenadas y en fila con la maestra. El día de Sant Nicolau-Santa Catalina era el momento de ponerse la nueva ropa de invierno, así que cada escolar iba impecable, estrenando desde los zapatos hasta el abrigo. A los maestros, que también iban en aquel día (y aún hoy) con sus mejores “galas”, se acostumbraba a dar algún regalo, recordando aquello de que “passes més fam que un mestre d’escola”.
En el Alt Maestrat (Castellón), según podemos saber en news.vinaros.net, Benassal concentra toda la celebración en el día de Sant Nicolau con el gall gallet, mientras que Catí lo hace por Santa Catalina. Se mantiene la tradición del día de la víspera de acudir los alumnos a “captar” por las casas para obtener dinero o alimentos y bebidas para la fiesta. Son los alumnos mayores los que se encargan después de comprar todo lo necesario. El día de la fiesta, hay misa y después se acude a buscar las “primes” y el chocolate, con participación de la guardería. Después se organizan juegos y partidos deportivos. Por la tarde, los pequeños ven una película, y los mayores participan en una gymkhana con divertidas pruebas.
Es también la Patrona de Aras de los Olmos (Valencia), donde en su día se hacen las tradicionales gachas, hoguera la víspera, misa y procesión en la Ermita donde está todo el año.
En otras poblaciones como Anna (Valencia), el 25 de noviembre se conmemora desde tiempo inmemorial la festividad de “La Catalineta”, donde los escolares acompañados de padres y maestros se desplazan al conocido paraje de la Fuente Negra a comer las típicas cazuelas del lugar. Allá, los más pequeños disfrutan de juegos, competiciones deportivas y canciones tradicionales durante este día.
De hecho, esta misma celebración escolar es muy arraigada en muchos pueblos de la Costera y la Canal de Navarrés, como por ejemplo en Xàtiva (Valencia), donde en muchas casas se come arròs al forn ese día y donde existe la “festa de les Catalinetes”, tradición que consiste en que los colegios lleven a los niños al campo a jugar y cantar mientras almuerzan o meriendan “panets de llavoretes” conocidos como “catalineta”, que son acompañados del turrón característico de la fiesta: el torró de gat (guirlache). Estas elaboraciones, por supuesto, son elaboradas en los hornos setabenses y en algunas casas. Podéis ver un ejemplo de la festividad de Xàtiva en colegios pinchando aquí.
En la ciudad de Valencia, por ejemplo, se suele celebrar una misa y procesión en la iglesia de Santa Catalina en honor a la titular del templo, donde se venera a la imagen procesional de santa Catalina realizada por los artistas valencianos José Luis Ceballos y Francisco Sanabria. La Iglesia de Santa Catalina fue una de las diez parroquias fundacionales de la ciudad.
La celebración del día de Santa Catalina en Sueca (Valencia), tal y como podemos ver en luisacarbo.blogspot.com, consiste en la salida de escolares por la tarde con sus profesores a los secaderos de arroz, cantando una canción típica mientras meriendan y se entretienen con juegos populares. Tal y como explicamos más adelante en la parte de gastronomía, en Sueca es típico que abuelas o madrinas regalen a sus nietos o ahijados la merienda de «les catalines», presentada en un saquito de tela o cestita de mimbre. Un bocadillito de longaniza, alguna empanadilla, un pepito…unas mandarinas y por supuesto ¡el rollet de catalinetes!
Jarafuel (Valencia) tiene además dedicadas sus grandes fiestas de otoño a San Coronado y Santa Catalina, esta última titular de la parroquia. Se suelen hacer misas y solemnes procesiones, principalmente, en honor a ambos santos.
En Castalla (Alicante) también es costumbre la fiesta, como en Ibi (Alicante), donde también existe tradición de Catalinetes, sobre todo en los colegios, ya que Santa Catalina de Alejandría se adoptó como patrona de las niñas que estudiaban en las escuelas. Pero no solo niños celebraban esta festividad, pues lo típico era, y sigue siendo, salir a almorzar o merendar al conocido como Barranc dels Molins o al Molino de Papel, tradición que siguen manteniendo muchas personas.
En Ibi, durante la festividad de “Les Catalinetes”, las niñas se pintan los labios y mofletes de rojo y se ponen un gran lazo de papel en la cabeza. Los niños se pintan bigote y van con pajarita, también de papel.
En Ibi, el día que se celebraba, todas las niñas se pintaban los labios y los mofletes con un rojo llamativo y se ponían un lazo bien grande en la cabeza, que solía ser de papel en color rojo, azul, rosa o blanco, preparaban la merienda y salían con sus profesoras a algún sitio dónde poder jugar y merendar. Tanto a la ida como a la vuelta de los coles cantaban la canción «Les catalinetes mengen culleretes, els catalinots mengen cullerots, passen pel molí una coca en oli i un barral de vi, vi, vi, vi catalí”.
En definitiva, y como bien diría el artículo de 17dejunyde1707.blogspot.com, podríamos distinguir que la misma festividad se celebra en numerosas localidades pero con distintas tradiciones arraigadas, si bien es cierto que muchas de ellas guardan relación bien en la música, la gastronomía o el carácter festivo y/o la religiosidad de ésta.
LA GASTRONOMÍA:
- Y habiendo hablado de dulces, cabe decir que vinculada a esta fiesta encontramos también la gastronomía.
Destaca principalmente la saginosa, dulce típico de Ibi (Alicante), Carlet (Valencia) o numerosos pueblos de la Ribera y la Costera (Valencia), entre otras poblaciones o comarcas de la Comunitat Valenciana que podríamos aquí mencionar. Llamada coca de sagí o coca saginosa en Carlet, pero conocida solo como saginosa en Ibi, recibe su nombre por utilizarse el sagí (manteca de cerdo) en su elaboración, donde la manteca se integra en la masa derritiéndola con el agua, tal y como podemos ver en la receta de juansalvadorgaya.blogspot.com -cabe resaltar que en Ibi, por ejemplo, es más típica para el Carnaval y la Cuaresma que para Santa Catalina, aunque se puede comer durante todos los meses del año-.
Es común comer saginosa durante Santa Catalina o durante todo el mes de noviembre, aunque cabe decir que en muchas poblaciones se come durante todo el año, siendo más tradición de Carnavales o de Pascua. En Carlet, por ejemplo, se conoce al dulce como coca de sagí, siendo una especialidad carletina con denominación de origen que tradicionalmente forma parte de la gastronomía pascuera, a la que, además, le dedican en octubre la llamada Fira de la Coca Seginosa Carletina-.
En Xàtiva, por ejemplo, es tradicional un pan llamado catalineta o pa de catalinetes, como bien se explica en el artículo del diaridigital.es de “la tradició de les Catalinetes a Xàtiva”, donde se menciona que es característico su sabor por ser elaborado con llavors d’anís, siempre acompañado de torró de gat -turrón elaborado con azúcar quemado y almendras- o también de torró de cacauet triturat. Muy cerquita de Xàtiva, Llanera de Ranes, hacen arròs al forn y marchan todos juntos con los niños al campo, sobre todo a la ermita.
En el Baix Maestrat, en Xert (Castellón) se hace la “prima”, pasta típica de la fiesta, y otra pasta en forma de gallo. En la cercana Vinaròs (Castellón) es típico el pastel de merengue conocido antiguamente como “Prima” o «Primes», hoy simplemente llamado “Pastisset” o “Pastisset de Santa Caterina i Sant Nicolau”, una elaboración a base de clara de huevo, azúcar y cabello de ángel o fruta confitada como relleno.

En Sueca (Valencia) es típica la Catalineta por esta festividad, un rollo de anís decorado con cerezas, fruta confitada y bolitas de anís cuya receta la encontraréis en cuinambnoe.wordpress.com, donde nos menciona que lo más habitual es que abuelas o madrinas regalen a sus nietos o ahijados este dulce para merendar -presentado comúnmente en una bolsita de tela o una cesta de mimbre, siempre acompañado de chocolate, más dulces, zumos, golosinas o decenas de cosas más que se quieran añadir-.
En Navarrés (Valencia) es típico comer cazuela de arroz al horno con frutos secos. En Vila-Real (Castellón) les figues albardaes i castanyes torrades.
LA MÚSICA:
Por último, y no menos importante, además de los juegos y actividades podríamos decir que la música forma también parte de esta tradición tan nuestra. La llamado “cançó de les Catalinetes” es una canción muy extendida por la festividad. Si bien tiene diversas variantes dependiendo de la comarca o pueblo donde se cante, nosotros aportamos la siguiente que dice:
“Les catalinetes juguen a boletes,
els catalinots juguen a bolots,
tú Catalineta,
tú que vas i vens,
dis-li a ta mare
que vinga correguent.
Les catalinetes roden pel molí
Una coca bamba
I un trago de ví,
tú Catalineta
tú que vas i vens
dis-li a ta mare
que vinga correguent.
Les catalinetes juguen culleretes
els catalinots juguen cullerrots
tú Catalineta
tú que vas i vens
dis-li a ta mare
que vinga correguent,
correguent!”