Seguro que si escuchamos la palabra gaseosa, lo primero que hacemos es trasladarnos a esa época en la que los bares servían el antiguo y tradicional sifón, así como también podemos pensar en las botellas de gaseosa que compraríamos para mezclar con un vaso de vino y tomar algo fresquito en el verano. Sin embargo, hoy nos remontamos a la gaseosa en polvo, y en concreto a conocer la historia de una marca valenciana.
Hablamos de la gaseosa El Tigre, que, con sus inconfundibles sobrecitos que a muchos nos recuerda a nuestra infancia, vieron la luz en el año 1915, una época en la que los abuelos cuidaban de nuestros padres y hacían uso de remedios caseros siendo responsables de crear momentos inolvidables para el recuerdo.
Pues bien, la historia de El Tigre se remonta a una época en la que todo se hacía de manera artesanal. Alejandro Martínez Máñez, fundador de gaseosa El Tigre, regentaba una pequeña tienda de comestibles en el bajo de una vivienda en la localidad de Cheste.

Allí empezó con su pequeño negocio de la gaseosa en polvo. De forma manual envasaba la gaseosa en polvo en unos sobrecillos que luego comercializaban para hacer una bebida refrescante y casi curativa por su poder digestivo. En un sobrecito introducía el bicarbonato y en otro el ácido cítrico que lo haría reaccionar en contacto con un vaso de agua bien fresquito.

Poco a poco, fue extendiendo el producto y pronto se fue haciendo famoso a lo largo y ancho de nuestro país. Con una labor comercial muy a la antigua pero muy efectiva, la puerta fría, fue haciendo clientes en Andalucía, en Aragón, en Cataluña y poco a poco, El Tigre fue ganando fuerza -de hecho, uno de los recuerdos que más nos cuentan es que, en la infancia, iban a la fuente del pueblo a llenar sus vasos de agua fresca y allí mismo se preparaban la gaseosa o también ir a ver a sus abuelos al campo y les llevaban el bocadillo y la gaseosa para refrescarse-.

Tal era la fama y simpatía que despertaba Pepita Samper en aquellos años, que gaseosa «El Tigre» lanzó con su nombre una segunda marca.
Más tarde, y con la gaseosa más asentada, hubo un giro importante en su uso. Pasaría a usarse como gasificante alimenticio en muchas comidas, pero principalmente en la repostería. Otro hecho que nos lleva a recordar las cocas de llanda más tradicionales y esas maravillosas manos de las abuelas que con tanto cariño nos elaboraban dulces para disfrutar de ricas meriendas.

Se vendería en pequeños ultramarinos y farmacias para más tarde, y con la aparición de los supermercados y grandes superficies, pasar a estar presente en los lineales junto a levaduras y productos de repostería.
Hoy en día, gaseosas El Tigre se ha convertido en uno de los imprescindibles en las cocinas de grandes reposteros y en las trastiendas de hornos tradicionales. Un ingrediente sencillo, pero con mucha magia, capaz de generar volumen y esponjosidad en las masas.
Más recientemente, y con la empresa en manos de la tercera y cuarta generación, se han realizado grandes avances, pero siempre respetando la misma fórmula natural de siempre, el mismo trato cercano y el mismo cariño en todo el proceso productivo. Y cuando hablamos del proceso productivo incluimos también la atención al cliente. Desde El Tigre siempre hay tiempo para responder y atender cada petición, y sobre todo tratar a sus clientes como un miembro más de la familia.


La incorporación de las redes sociales ha ayudado mucho al crecimiento en los últimos años. El recuerdo de la gaseosa en la memoria de las personas, unido a todas las ideas de cocina que proporcionan desde El Tigre y el uso de la misma por grandes referentes sociales de la repostería, ha hecho que el producto coja fuerza y se implante en grandes cadenas de alimentación.
Os diremos donde se pueden encontrar en la Comunidad Valenciana: supermercados Carrefour, Alcampo, Dia y Consum, entre los más frecuentados por los valencianos, pero también en supermercados de los grupos Eroski, Covirán y Spar, así como en farmacias y pequeñas tiendas de ultramarinos.
Como un sitio especial y emblemático os mencionaremos el Mercado Central de Valencia, ese lugar de la ciudad donde se respira calidad, productos de la tierra y muy buen gusto por la gastronomía. Allí se encuentra Solaz, una charcutería de primerísima calidad, allí todo es bueno y además recibirás un trato exquisito. Pues allí, entre otras delicatessen, podrás encontrar tus gaseosillas El Tigre. Para brindar con muchas burbujas y darle mucho a la repostería.

El Tigre, la marca de gaseosas en polvo ubicada hace más de 100 años en Cheste, duplicó producción y plantilla durante el confinamiento. Más 22 millones de sobrecillos ha comercializado en 2020.
La gaseosa valenciana que sustituyó a la levadura en el confinamiento