La localidad de Chella, perteneciente a la Mancomunidad de la Canal de Navarrés (provincia de Valencia), es un pequeño municipio que alberga en su término municipal un total de 2649 habitantes que residen, en su gran mayoría, en el pueblo de Chella.
Esta población tiene una larga historia a su espalda, cosa se puede ver reflejada en los numerosos yacimientos arqueológicos que se encuentran en Chella. De hecho, en la zona del “Barranco del Lobo”, se han recogido cerámicas que indican una ocupación humana desde el mesolítico hasta la era de los metales, lugar donde también se han encontrado casas y granjas romanas, o vasijas antiguas y restos de la interesante historia que ha vivido este pequeño pueblecito de la comarca de la Canal de Navarrés.
Chella, el pueblo entre las montañas:
Chella tiene, en su mayor parte, una superficie montañosa, excepto la parte central donde se sitúa el pueblo. Esto hace que las vistas panorámicas de Chella sean espectaculares desde cualquier punto de la población.
Este municipio tiene una gastronomía muy tradicional, basada principalmente en el arroz. Los platos más típicos que podemos encontrar en Chella son el arroz al horno y el arroz caldoso, aunque también son muy típicas las tortitas de San Blas y los pasteles de boniato, los cuales son casi obligados probar si visitas este pueblo. La comida es muy importante para estos lugareños, de hecho todavía queda un horno árabe que se dedica a cocer los productos que los habitantes llevan, ya sea pan, calabazas, boniatos…
Tierra de cascadas y saltos de agua:
La principal atracción de Chella no son sus yacimientos, si no los parajes naturales y el ambiente que rodea a este municipio. Chella cuenta con una de las cascadas más asombrosas de la Comunidad Valenciana, “El Salto de Chella”. Se trata de una cascada de 25 metros de altura que está localizada en el cauce del río Sellent. Además, desde este punto se pueden apreciar las Cuevas del Turco, un conjunto de entre 15 y 20 covachas excavadas, lo que hace que la entrada a estas cuevas sea muy complicada.

La ruta del Salto de Chella, una impresionante cascada de 25 metros de altura
El Saltico, la pequeña poza que hay justo antes del Salto de Chella
Además, existe un mirador dentro de la población de Chella desde el cual hay unas vistas espectaculares al Salto de Chella, por lo que es un buen lugar para relajarse y disfrutar del paisaje natural que nos ofrece este municipio.

Relajación y tranquilidad en plena naturaleza:
Pero este no es el único lugar de la naturaleza que podemos disfrutar dentro de Chella, también se encuentra el “Paraje de la fuente del Abrullador”, una mina de agua que se adentra 180 metros en el interior de la montaña. Con el paso del tiempo, el área se fue deteriorando, pero en los últimos años se ha remodelado y se ha convertido en un lugar turístico de gran valor en el que se puede pasar un día en familia gracias a las barbacoas, bancos, fuentes y aseos que se han construido junto a este paraje. Y además es el punto final de una ruta que dura alrededor de 1 h y 20 minutos que atraviesa los puntos naturales más asombrosos de Chella.

Como último paraje natural a destacar, Chella tiene un lugar perfecto para visitar en una excursión, ya sea con amigos, con familia, o con niños pequeños. Se trata de la Playa Salvaje, una gran zona para todos los visitantes. En este lugar hay fuentes y bancos que hacen que sea una zona en la que descansar y disfrutar de la naturaleza que envuelve este paisaje natural.
