Numerosos son los restos de aquella Valencia fundada en época romana que pueden visitarse (o encontrarse, dado que algunos son espacios privados), a lo largo y ancho del Cap i Casal. Algunos, a la vista del viandante, en plena calle; otros, en el interior de edificios emblemáticos, negocios o bajo tierra, como es el caso de la Catedral de Valencia.
De aquellos inicios, aunque no el principio, nos remontamos hasta la fecha del que fue cónsul romano Décimo Junio Bruto Galaico, siendo, pues, quien licenció a sus tropas en “honesta missio” (licenciados con honor) por las campañas lusitanas el año 616 AVC (Ab vrbe condita, desde la fundación de la Urbe, Roma), que equivaldría a nuestro 138 a. C., y que como recompensa a la gallardía y coraje de estos hombres, les concedió tierras (“missio agraria”) en una isla fluvial (Tyrin) cerca de la desembocadura del río Tyrius (Turia), que por entonces estaba estratégicamente ubicada en el mejor vado natural del río por donde pasaba la Vía Heraclea (margen derecho), conocida después como Vía Augusta (sin olvidarnos de mencionar que un brazo fluvial rodeaba la ciudad para volver al cauce natural del Tyrius).
Esta es la explicación más común sobre la fundación de la Valencia romana, pero aquí hay que puntualizar un error muy común en la historia mencionada anteriormente. Un error típico de los de «copia y pega» continuamente, y que es contradicho por expertos y por el siguiente razonamiento que nosotros mismos os adjuntamos a continuación: se afirma que aquellos soldados licenciados no lo hacen, en realidad, con “honesta missio” (licenciados con honor), sino que son lusitanos bajo las órdenes de Viriato a quienes se les conceden estas tierras a cambio de su rendición, los cuales éstos aceptan a cambio de no convertirse en esclavos y ser libres (no sabemos si fueron en realidad en “missio ignominiosa” – con deshonor – pero concediéndoles tierras, o con “missio agraria” en “honesta missio”).
Para explicar esta teoría nos basamos en las palabras de “Periochae”, los llamados libros restantes preservados por un índice sumario del siglo IV, que son la continuación de la obra escrita por Tito Livio para narrar la historia de Roma desde su fundación. En “Ex libro LV”, en la 4ª, dice, en latín:
“Iunius Brutus cos. in Hispania iis qui sub Viriatho militaverant agros et oppidum dedit, quod vocatum est Valentia”
Que significaría, en castellano:
“En Hispania, el cónsul Junio Bruto otorgó tierra y una ciudad, llamada Valencia, a aquellos que combatieron a las órdenes de Viriato”.
Ojo, bajo el mandato de Viriato, donde podemos afirmar con rotundidad que aquellos primeros hombres de Valentia eran lusitanos perdonados bajo un pacto, y no del ejército de Junio Bruto.
De aquella manera nace, pues, la república de Valentia Edetanorum (Valentia, que significa “valor”, y Edetanorum, que provenía de Edetania) el nombre que recibió la ciudad de Valencia en ese momento de la historia. Cabe mencionar que las vías principales de aquella Valentia eran el Cardō Maximus (orientación norte-sur y que correspondería con calle del Salvador y La Almoina), y la que se cruzaba perpendicularmente, el Decumanus Maximus (orientación este-oeste y que correspondería con la actual calle de Caballeros). Sobre las murallas hay cierta discrepancia para aproximar a las actuales calles por las que pasaría, aunque se cree que, aproximadamente, sería calle Conde de Trenor, Serranos, Juristas, de la Corretgeria, plaza de la Reina, Cabillers, Avellanas, San Luis Beltrán y Pintor López, en lo que suelen coincidir muchas publicaciones.

Que recibiera el nombre completo de “Valentia Edetanorum” tenía su sentido: por entonces, los edetanos estaban muy presentes en estas tierras con sus creencias y asentamientos. Momentos antes de la historia del 138 a. C., ya existía en la futura Valentia un Oppidum militar, además de diversos asentamientos edetanos. A la llegada y fundación de Valentia en el 138 a. C., los pobladores edetanos conquistados y los que conforman la nueva ciudad dan lugar, entre otras cosas, a lo que hoy conocemos como el Tribunal de las Aguas (aunque este se va conformando a lo largo de los siglos con la llegada de los musulmanes y, finalmente, por Jaime I). En la nueva ciudad se respetan los pozos, manantiales, ríos o cualquier lugar donde el agua estuviera presente, preservando y dando importancia a la creencia natural del agua, que a día de hoy sigue formando parte importante de la cultura natural valenciana.
A pesar de esta primera fundación, Valentia queda destruida en el año 75 a.C. por Pompeyo. De aquella primera fundación solo quedarían un santuario dedicado a Asclepios (en el entorno de la Catedral), un horreum (granero) y unas termas, renaciendo años más tarde en la época de CAIVS IVLIVS CAESAR OCTAVIANVS (Octavio Augusto), etapa imperial, donde se le dotaría de un foro, un circo romano y una ampliación de las canalizaciones edetanas y romanas anteriores, además de abastecimiento de agua y otras disposiciones.


El circo comprendía una extensión de 350 metros x 70 metros, que iría desde la calle de la Paz, a la altura del actual Colegio del Patriarca, hasta la calle del Almirante, donde se encuentra la sede de Comisiones Obreras de Valencia.
El foro era la plaza pública de Valentia, constituyendo el centro cívico de la ciudad donde, a su alrededor, se situaban los edificios principales, tales como el Templo (función religiosa), la Curia (función política), la Basílica (función judicial), las Termas (baños públicos), el Horreum o granero (almacén), las Tabernae (función comercial) y el Ninfeo (fuente dedicada a las ninfas).
De aquella gran Valentia, que con el paso de los siglos fue destruida y sustituida por otras construcciones de nuevas civilizaciones, por desgracia apenas quedan restos que, sin embargo, el futuro nos deparará sorpresas (ojala pudiéramos desvelaros algo, pero prometimos no hacerlo). Y decimos por desgracia porque a pesar de ser numerosos los restos y fragmentos de aquella historia de Valencia, es en realidad una pequeñísima parte de toda la Valencia romana.
Uno de los grandes hallazgos fue, por ejemplo, el ocurrido en el siglo XVII, durante las excavaciones de la actual Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde se encontraron numerosas lápidas y otras disposiciones romanas. Aquello no fue pura casualidad, tal y como ya os indicamos en nuestro artículo «en la huerta valenciana» o en el libro de “Lithologia o Explicacion de las piedras y otras antigüedades halladas en las canjas que fe abrieron para los fundamentos de la Capilla de nueftra Señora de los Desamparados de Valencia”, del año 1653, obra de Joseph Vicente del Olmo. Esta obra nos relata que en las excavaciones iniciadas un 9 de abril de 1652, se cavan zanjas de hasta 16 palmos (más de 3 metros y medio de altura), porque al parecer la irregularidad del terreno así lo requería (o eso es lo que trató de explicar o «colarnos» el de Secretario del Santo Oficio de la Inquisición en su obra, Joseph Vicente del Olmo). Aquel lugar, la actual Basílica, ya fue sagrado cientos y cientos de años atrás, lugar donde los romanos construyen su Oppidum y el templo a Diana, el núcleo principal de Valentia, sobre el entorno de la actual Plaza de la Virgen y nuestra querida Catedral, donde anteriormente hubo culto edetano. Hete aquí, pues, el origen real de «buscar» lo que ya intuían, tras escoger justo ese lugar para la construcción de la Basílica, a pesar de que la Cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados ya disponía de una capilla en el interior de la Catedral (la cual se quedaba pequeña pero que, por instancias de ellos mismo, pedían justo al lado del antiguo hospital y no junto a la Catedral).
Al visitante o caminante que desee descubrir aquella gran Valentia para transportarse a los orígenes de nuestra querida Valencia, puede encontrar los siguientes restos:
- Mosaico de la Medusa que fue descubierto en un solar de la calle del Rellotge Vell (Reloj Viejo) de Valencia, del siglo II d. C., el cual se puede observar hoy en día en el Museo de Historia de Valencia.

- Centro Arqueológico de l´Almoina. Alberga las excavaciones arqueológicas realizadas por el ayuntamiento de Valencia entre 1985 y 2005 tras la compra de esos terrenos por parte del Arzobispado de Valencia para un proyecto de ampliación de sus instalaciones religiosas (que nunca se llegó a realizar debido a los descubrimientos). En su interior podréis ver:
- Las Termas, datadas de finales del siglo II d.C., las cuales tenían planta rectangular y constaban de una sala de agua caliente (Caldarium), una sala templada (tepidarium) y una sala de agua fría.
- El Templo de Asclepios.
- Horreum o granero.
- El Foro, cuyos restos corresponden a la segunda fundación (época imperial), que se ubicaría en la actual plaza de la Virgen.
- La Curia, que era la sede del Senado o gobierno de la ciudad, levantada en el siglo I d.C.
- La Basílica, un edificio de planta rectangular y tres naves, lugar donde se realizaban las transacciones comerciales y el lugar donde se impartía justicia.
- Las dos calles principales: el Cardō Maximus (orientación norte-sur y que correspondería con calle del Salvador y La Almoina), y la que se cruzaba perpendicularmente, el Decumanus Maximus (orientación este-oeste y que correspondería con la actual calle de Caballeros).
- Diversos restos como monedas, mosaicos, pedestales, un esqueleto de un legionario romano prisionero por las tropas de Pompeyo o la Dama de la Boatella, entre otras cosas.

- Diversas lápidas romanas que se pueden encontrar a lo largo de la ciudad, como la de la calle Trinquete de los Caballeros, la ubicada en la Iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri, la de la calle Barchilla de Valencia o la situada en la calle Vidal con Poeta Querol, empotrada en el muro de un hotel, y que significa esta última algo así como «Riccius Atimetus y Riccia Nimphe pusieron la piedra a la memoria de su amigo Quint Juni Crates (si os interesa este tema de las inscripciones romanas, existe un libro muy recomendado llamado «Inscripcions romanes del País Valencià, V: (Valentia i el seu territori», escrito por Josep Corell Vicent, del que también hay una versión en castellano»).

- Hotel Caro, situado en calle del Almirante nº14. En este precioso hotel de 5 estrellas, que en su día fue palacio (palacio del Marqués de Caro) hoy convertido en hotel, se puede ver parte de la cornisa del Circo Romano de Valencia (mirar siguiente imagen y vídeo).
Cornisa del Circo Romano de Valencia. Fuente: carohotel.com En el siguiente vídeo podéis ver una descripción detallada de lo que fue aquella pieza.
También podréis encontraros con tres enormes piedras que se disponen sobre la barra del Meta Bar, que sin lugar a dudas os dejarán completamente magnetizados e hipnotizados mientras tomáis una copa “diferente”. ¿Quién no ha oído hablar alguna vez de la expresión “llegar a la meta”? Tal y como afirman nuestros amigos de Caro Hotel, resulta que estas tres piedras convierten ese dicho en algo literal, pues en su día formaron la meta de lo que fue el Circo Romano de Valencia. Maravilloso.
Meta romana en el Meta Bar. Fuente: carohotel.com Sin marcharnos aún del Meta Bar, la pieza sin duda más valiosa y singular de Caro Hotel es un mosaico al pie de su escalera de mármol, donde podemos afirmar que dicho mosaico constituye el trozo conservado de suelo más antiguo de Valencia.
El trozo conservado de suelo más antiguo de Valencia. Fuente: carohotel.com - En el interior de la Catedral de Valencia, se encuentra un pilar (casi justo enfrente de la entrada al Museo de la Catedral), que en su parte baja contiene una curiosa inscripción romana, de la que nuestro amigo de catedralmedievaldevalencia.blogspot.com.es nos explica con todo detalle qué significa y porqué está allí.

- También en el interior de la Catedral de Valencia, aunque esta vez en el recorrido subterráneo del Museo de la Catedral, podréis ver restos de la Valencia romana encontrados en las excavaciones realizadas bajo La Seo, donde en este recorrido, que está distribuido en cinco salas, podréis ver los vestigios encontrados de aquella Valentia, como los restos de una vivienda romana, un sistema de desagüe de calle romana, un fragmento de reja de hierro de época romana imperial, diversos muros de viviendas romanas y pavimento romano, entre restos árabes o visigodos.


- En la fachada de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, se encuentran una serie de lápidas mortuorias de la época de Valentia, que bien nos explica nuestra amiga de callejeandoporvalencia.blogspot.com.es o que podéis descubrir de manera más detallada en “Lithologia o Explicacion de las piedras y otras antigüedades halladas en las canjas que fe abrieron para los fundamentos de la Capilla de nueftra Señora de los Desamparados de Valencia”, del año 1653, obra de Joseph Vicente del Olmo.

- En el interior del antiguo Cementerio Medieval (Patio Sur) de la Iglesia de San Juan del Hospital, se encuentran restos de la espina.
Visitas guiadas al cementerio medieval de San Juan del Hospital y la espina del circo romano
- Dichos elementos están en el subsuelo del patio, en una antigua cripta, donde se encuentra parte de la espina del circo romano, al lado de una fuente islámica.

- Un monumento en Valencia a Isis, la diosa del trono. Está situado en el Paseo de la Pechina, a la altura del Complejo Deportivo Pechina (Complex Esportiu Petxina), y se encuentra sobre el pretil (muro protector o barandilla) del margen derecho del río Turia, entre el Puente de Campanar y el Puente de Ademuz (antiguo Puente de las Glorias Valencianas). Dicho monumento se le conoce como «Lápida de Isis» o «Monumento a Isis», conocida como «la diosa del trono» (PINCHA AQUÍ PARA LEER NUESTRO ARTÍCULO SOBRE EL MONUMENTO).

- Los restos encontrados del antiguo puerto fluvial romano, que se encuentran en un edificio de propiedad particular en la calle Blanquerias nº2. Estos restos consisten en un muro de sillería de 4,5 metros de longitud, con sillares reaprovechados de antiguas construcciones, donde podréis ver un sillar que es un trozo de capitel de columna de orden toscano, sillares utilizados para la prensa del aceite y otros con diversas marcas.
- En el Palacio de Valeriola se encuentra parte de los muros del circo romano de Valentia. Este circo romano fue la construcción más imponente de la ciudad en el siglo II d. C. con una superficie superior a tres campos de fútbol (350m. de largo y más de 70 de ancho). Durante las excavaciones en el palacio Valeriola se han localizado varios tramos de la gruesa pared de 5 metros de ancho del graderío occidental, otros tres muros transversales en su interior a modo de tirantes, y, en la parte exterior de la pared, siete contrafuertes. Estos hallazgos se conservarán y se mostrarán a los visitantes del futuro Centro de Arte Hortensia Herrero.
El Palacio de los Valeriola renacerá como Centro de Arte Hortensia Herrero en 2023
- En la Calle de la Paz, y a escasos metros de Santa Catalina y la plaza de la Reina, se encuentra Birlibirloque Bar y Entrevins, separados en su exterior con puertas diferenciadas pero unidos en su interior en dos plantas. En su interior la cocina mediterránea, de mercado y el vino, se fusionan con el patrimonio, donde se pueden ver vigas de hierro de los primeros aceros del modernismo valenciano, mosaicos Nolla, un salón subterráneo a un paso de la época romana, visigoda y musulmana, o, por ejemplo, un refugio de la Guerra Civil Española recientemente restaurado (PINCHA AQUÍ PARA LEER NUESTRO ARTÍCULO DEL LUGAR).

- En el Celler del Tossal (carrer de Quart nº2), podréis degustar gastronomía junto al antiguo acueducto romano, el cual atraviesa formando una especie de sótano-bodega perfecta para los “enópatas”.Tal y como nos cuentan en lavalenciainsolita.com, durante la época romana la ciudad de Valentia se abastecía de agua a través de un acueducto que recogía las aguas del Tyrius, llevándolas al centro de la ciudad siguiendo el curso aproximado de la actual calle Quart.

- En la calle del Mar, y justo enfrente de la preciosa Iglesia de Santo Tomás Apóstol y San Felipe Neri en plaza de San Vicente Ferrer, se encuentra un pequeño Restaurante-Cafetería con tesoros: Racó del Mar, Nada más entrar, a nuestra mano izquierda, tenemos la barra, que si no pasáramos de ahí, los tesoros a los que nos referimos pasarían completamente desapercibidos a nuestros ojos. Hablamos de la que bautizaron como grada del Circo Romano de Valentia, aunque con el tiempo, expertos en Patrimonio y conocedores del tema y de la historia de nuestra ciudad, la atribuyen, en realidad, a la muralla árabe. Sin embargo, justo en las mesas cercanas, y bajo ellas, en una cristalera transparente, sí que atribuyen los expertos en Patrimonio, en este caso, a la grada romana, teniendo así en el mismo espacio del interior del Restaurante un trozo de aquella Valentia y de Balansiya. En el pasado muchos atribuyeron a la arena del circo lo que hay justo debajo de las mesas y su graderío lo que hay en la pared, aunque, como bien os hemos comentado anteriormente, existe discusión entre los expertos sobre éstas afirmaciones.


- También podéis visitar el antiguo restaurante La Moma Cova Gastronómica (c/ Corretgeria, 16, hoy a fecha de diciembre de 2022 con otro nombre y dirección), el cual posee una auténtica cisterna romana que, seguramente, abasteció de agua a la ciudad, siendo reutilizada durante la Edad Media como granero. A la entrada a la cisterna se puede contemplar en el suelo una losa de piedra que da acceso a un pasadizo que transcurre bajo este local y los adyacentes.

- En el interior del Palacio de Benicarló (plaza de San Lorenzo nº4 de Valencia), también conocido como palacio de los Duques de Gandia o palacio de los Borja (hoy sede de Les Corts Valencianes), se encuentran los cimientos de una casa de época romana, de la que se se conservan muros, arcos, columnas y dos mosaicos. En su parte trasera pasaría la antigua Vía Augusta (hoy calle del Salvador). Solo se puede visitar cuando hay jornada de puertas abiertas.
Por último, también existen otros rincones como el ubicado en el tramo 7 del Jardín del Turia, o los que nos mencionan en comentarios desde la Valencia Insólita: los restos de muralla en el solar de la calle Salvador; otro tramo de muralla en un edificio de los números 11 y 13, visible desde la calle a través de una ventana habilitada para tal efecto; restos de construcciones en el sótano del edificio administrativo anexo al Palacio del Almirante…
El abandono de los restos arqueológicos de época romana del Jardín del Turia de Valencia
Existen numerosos restos que, por desgracia, han sido ocultados (como la cabecera del circo localizada en 1995 en la calle de la Paz) u otras partes del circo romano que desaparecieron por desconocimiento, además de los que se han repartido por diferentes exposiciones o que han sido mostrados tras su descubrimiento, como los restos arqueológicos de Ruaya, los cuales revelan que existió un santuario púnico anterior a Valentia. También desapareció, por ejemplo, un antiguo miliario de la Vía Augusta, el cual ponía «VALENCIA IMP(ERATOR) CAESAR / DI(VI) VL(PII) TRAIANI / PARTHICI FIL(IUS), / DIVI NERVAE / NEPO(S), TRAIANOS / HADRIANUS AUG(USTUS), / PO[NT]I[F]E[X] MAXIM(US), / TR[IBUN]IC(IA) POTESTATE/». Este último fue encontrardo, según A. Sales, en 1766 durante las obras de acondicionamiento y mejora del Camí Real de Xàtiva, cerca de Valencia, posiblemente entre las ruinas de una villa romana. Si sois apasionados de esta etapa de la historia, tenéis, además, una Sala permanente de Mundo Romano en el Museo de Prehistoria de Valencia.
El triste abandono de la muralla romana de la calle del Salvador de Valencia
Para más fotografías y documentación, podéis consultar el artículo de www.tarraconensis.com o libros como el de «Inscripcions romanes del País Valencià, V: (Valentia i el seu territori», escrito por Josep Corell Vicent, o “Lithologia o Explicacion de las piedras y otras antigüedades halladas en las canjas que fe abrieron para los fundamentos de la Capilla de nueftra Señora de los Desamparados de Valencia”, del año 1653, obra de Joseph Vicente del Olmo.
Fuentes:
- www.tarraconensis.com
- Requiescat in Pace, de So Andrés Castellano Martí. ISBB: 84-95802-94-5
- jdiezarnal.com,l´Almoina.
- “Lithologia o Explicacion de las piedras y otras antigüedades halladas en las canjas que fe abrieron para los fundamentos de la Capilla de nueftra Señora de los Desamparados de Valencia”, del año 1653, obra de Joseph Vicente del Olmo.
- «Inscripcions romanes del País Valencià, V: (Valentia i el seu territori», escrito por Josep Corell Vicent.
- Artículos ya escritos por esta misma web, donde en cada uno de ellos (enlaces adjuntados), se aportan las fuentes respectivas.
- El Circo romano de Valencia
- elmonroma.com
- https://www.valencia.es/ (sobre LOS CONTENIDOS DEL CENTRO ARQUEOLÓGICO DE L’ALMOINA).
- agorahistoria.com
- LOS MILIARIOS DE LA VÍA AUGUSTA EN EL PAÍS VALENCIANO, por FERRAN ARASA (Universitat de Valencia).
Síguenos en Facebook: Valencia Bonita
Síguenos en Twitter: @valenciabonita_
Síguenos en Instagram: valenciabonita_insta
Comparte, si te gusta, en alguna de las siguientes redes sociales:
Gracias, una vez más, por la mención y enhorabuena por el mágnifico reportaje. Permitidnos agregar algunos lugares más a vuestra lista: Los restos de muralla en el solar de la calle Salvador; otro tramo de muralla en un edificio de los numeros 11 y 13, visible desde la calle a través de una ventana habilitada para tal efecto; restos de construcciones en el sotáno del edificio administrativo anexo al Palacio del Almirante… Y seguro que aún nos dejamos alguna.
Gracias, una vez más, por la mención y enhorabuena por el magnífico reportaje. Permitidnos agregar algunos lugares más a vuestra lista: Los restos de muralla en el solar de la calle Salvador; otro tramo de muralla en un edificio de los numeros 11 y 13 de la calle Avellanas, visible desde la calle a través de una ventana habilitada para tal efecto; restos de construcciones en el sotáno del edificio administrativo anexo al Palacio del Almirante… Y seguro que aún nos dejamos alguno.
Genial. Más restos, en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos; en el edificio anejo y de la parte de atrás de las Cortes Valencianas…
muchas gracias